La emotiva licenciatura de octavos años celebrada el 14 de diciembre en el Centro Cultural de Padre Las Casas fue un momento trascendental y conmovedor para la Escuela Básica San Sebastián de Maquehue. Esta ceremonia marcó el fin de una etapa significativa en la vida académica de estos estudiantes, repleta de logros, aprendizajes y crecimiento personal.
El ambiente estaba impregnado de emoción y nostalgia mientras los estudiantes, ataviados con sus togas y birretes, se preparaban para dar un paso adelante hacia un nuevo capítulo en sus vidas. Familiares, profesores y amigos se congregaron para honrar el esfuerzo y el compromiso de estos jóvenes durante su paso por la escuela primaria.
Los discursos resonaron en el auditorio, cargados de palabras de aliento, consejos y reflexiones sobre el viaje que emprenden estos graduandos. Se reconoció el trabajo arduo, la dedicación y el espíritu de superación que han caracterizado a estos estudiantes a lo largo de su trayectoria escolar.
Los momentos compartidos, las amistades forjadas y los desafíos superados fueron destacados en cada intervención, recordando la importancia de la perseverancia y la pasión en el camino hacia el éxito personal y académico.
La entrega de diplomas fue el punto culminante de la noche, un momento lleno de orgullo y emoción tanto para los estudiantes como para sus familias. El brillo en los ojos y las sonrisas radiantes reflejaban la satisfacción por haber alcanzado esta importante meta, así como la expectativa y entusiasmo por los nuevos horizontes que se abren ante ellos.
La licenciatura no solo fue un adiós a una etapa escolar, sino también una bienvenida a un futuro prometedor lleno de oportunidades y desafíos. Estos jóvenes se despidieron de su escuela primaria con la certeza de que llevan consigo los cimientos sólidos y los valores inculcados que les servirán como guía en sus futuros caminos.
El Centro Cultural se llenó de aplausos y felicitaciones, siendo testigo del legado y el impacto positivo que estos estudiantes han dejado en la comunidad educativa. La licenciatura fue mucho más que un acto formal; fue un tributo al esfuerzo, al compromiso y al potencial de estos jóvenes que ahora están listos para conquistar nuevos horizontes en su camino educativo.